DIFUNDO:

A Calcetines lo recogió la madre de una compañera, lo habían dejado a la puerta de un colegio y se iba detrás de todos los niños maullando, pidiendo de comer y una caricia. Otra compañera se lo ha llevado a casa en acogida, estaba tan asustado al verse rodeado de gatos adultos que apenas comía y estabamos muy preocupados por él.

El pequeñín va cogiendo de nuevo confianza, es algo tímido al principio pero muy cariñoso, en cuanto lo coges se pone a ronronear. Ojalá encuentre prontito un hogar definitivo.

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